¿Es imprescindible comprarse un extractor como preparación para la lactancia?. ¿está en nuestra lista cuando preparamos la bolsa para el hospital? La respuesta a estas dos preguntas suele ser NO. Ni es imprescindible ni solemos pensar en él como algo necesario para iniciar la lactancia. Hoy te quiero explicar 20 situaciones en las que tendrás que saber cómo sacarte leche, con un extractor o de forma manual, no importa. Aquí lo importante no es con que sacamos la leche, sino cómo hacerlo de una forma eficaz, cómo guardar la leche que nos extraemos y cómo dársela al bebé en caso de ser necesario. Ahí van:
Extracción Prenatal. Consiste en extraerte calostro antes de que tu bebé nazca, porque sabes que es posible que os tengáis que separar durante las primeras horas. Es totalmente seguro si tu embarazo no es de riesgo, la realizas siguiendo unas pautas, y con un correcto seguimiento profesional.
Con bebés prematuros. Si tu bebé nace antes de tiempo puede necesitar ayuda para succionar directamente de tu pecho. Mientras coge fuerza y puede hacerlo él solo, necesitará de ti mucha paciencia y que le ayudes a alimentarse con tu leche en diferido (extrayéndotela y dándosela de una forma que no interfiera en la lactancia).
En el hospital los primeros días. Para darle tu leche a tu bebé si no consigues que se coja correctamente al pecho, sientes dolor, o está perdiendo más peso del fisiológico. Saber extraerse leche y qué método utilizar para dársela a tu bebé durante los primeros días puede salvar tu lactancia hasta que consigas la ayuda que necesitas.
Con bebés nacidos a término con dificultades de succión. Los bebés nacen con los instintos necesarios para su supervivencia, y eso incluye el instinto de succión para poder alimentarse. A veces, por diferentes dificultades, tienen problemas para coordinar correctamente la succión, la deglución y la respiración. Si esto le pasa a tu bebé necesitará que le ayudes a que su succión sea más eficaz y pueda extraer de tu pecho toda la leche que necesita. Si la succión no es eficaz, tampoco lo será el estímulo que tu pecho reciba y la producción de leche puede verse comprometida y no llegar a cubrir las necesidades de tu bebé. Aquí necesitarás tener una buena técnica de lactancia y ayudar a estimular bien tu pecho con extracciones periódicas.
Para aliviar una ingurgitación. La ingurgitación es la inflamación que se produce en el pecho coincidiendo con la subida de la leche, más o menos al tercer día postparto. No se da por una acumulación de leche en el pecho, es un edema que se produce por la subida de la leche y por los líquidos que nos administran durante el parto (oxitocina, suero, anestesia, antibióticos...). Eso produce que los conductos se estrechen por la presión y al bebé le cueste sacar la leche. También es característico que el pecho esté tan tan inflamado que la areola y el pezón se aplanan y el bebé no puede agarrarse o empieza a hacer daño durante el agarre. Aquí es muy útil conocer previamente la técnica de la Presión Inversa Suavizante (PIS) para mover el edema de la zona del pezón, y ayudar al bebé a extraer la leche. Y acompañar las tomas con vaciado del pecho para aliviar la tensión.
Para estimular el pecho si hay una separación madre-bebé. Tú y tu bebé necesitaréis estar todo el tiempo posible en contacto, sobretodo los primeros días y semanas. Si en cualquier momento necesitas estar separada de tu bebé durante más de 4-5h, necesitarás extraerte leche para aliviar tu pecho y evitar sufrir una obstrucción o una mastitis, y para mantener la producción si no es una separación puntual.
Para dejar descansar un pecho por grietas. El dolor y las grietas son una señal de alerta de que algo en la lactancia no está funcionando bien. No lo dejes pasar. Si corriges el agarre y la posición en la que colocas a tu bebé al pecho, las grietas curarán y el dolor desaparecerá en la mayoría de los casos rápidamente. Las grietas también pueden producirse por una infección, pero lo más habitual es que sea porque tu bebé está succionando sólo del pezón, lo presiona contra el paladar duro y esto te produce el dolor y las grietas. En esta situación, con grietas muy dolorosas, puedes necesitar extraerte leche durante una o dos tomas para dejar descansar ese pecho de la succión del bebé. ¡Puedes dejar de darle de mamar de ese pecho a tu bebé y sólo darle del otro, pero no puedes dejar de extraerte la leche!
Para aumentar la producción de leche. Si necesitas aumentar la producción de leche nada lo conseguirá de forma más efectiva que tu bebé. Así que si quieres tener más leche ofrécele más a menudo el pecho. Pero si surgen dificultades y tu bebé no coge el peso esperado y sientes que el problema es que no tienes suficiente leche, hacer extracciones regulares (3 o más al día), te ayudará rápidamente a aumentar la producción.
Para drenar el pecho cuando tenemos una obstrucción o una mastitis. Si sientes mucho dolor y no puedes soportar que tu bebé sea el que drene tu pecho directamente (piensa que él lo hará mucho mejor, sobretodo si colocas su barbilla en la zona en la que tienes la obstrucción), tendrás que hacerlo con extracciones. El tratamiento para una obstrucción o una mastitis incipiente es vaciar el pecho tanto como puedas durante 24h-48h.
Para guardar leche y dársela al bebé en otro momento. Puede que tengas un compromiso, un viaje o una cita que te impida estar con tu bebé durante unas horas, y necesites dejar leche por si tu bebé tiene hambre mientras tu no estás.
Para crear un banco de leche para el momento de la reincorporación al trabajo. Antes de incorporarte a tu puesto de trabajo y con aproximadamente un mes de antelación tendrás que ir extrayéndote leche y guardándola para que la persona que se quede a cargo de tu bebé pueda seguir alimentándolo con leche materna, si es tu deseo. La lactancia y la vuelta al trabajo son totalmente compatibles, sólo necesitas ser previsora y tener una buena planificación.
Cuando es necesario darle suplemento al bebé. Si te recomiendan que tu bebé necesita tomar más leche, te dicen de darle un suplemento, la primera opción siempre debería ser extraerte leche y dársela con un método que no interfiera en vuestra lactancia. Si tu bebé coge poco peso puede deberse, principalmente, a dos motivos. El primero, que a le esté costando extraer la leche de tu pecho. Y el segundo, que no tenga una succión efectiva o haga pocas tomas, y tu pecho esté recibiendo poco estímulo, y como consecuencia produzca poca leche. Estos son los dos motivos más frecuentes que causan una poca ganancia de peso en el bebé. Por eso, siempre, ante los problemas de peso, hay que revisar el agarre y la succión.
Para extraer y desechar la leche temporalmente mientras hemos tenido que tomar un medicamento incompatible con la lactancia. Ten de referencia la wen www.e-lactancia.orgpara consultar la compatibilidad de cualquier medicamento, infusión, prueba o tratamiento que necesites.
Para mezclarla con otros alimentos al iniciar la Alimentación Complementaria. Tienes muchísimas recetas en las que podrás utilizar tu leche. Por ejemplo, ahora que estamos en época de calor, para hacerle ¡helados!.
Para realizar un cultivo. Si tu médico o asesora de lactancia sospecha que tienes una infección te recomendará que te hagas un cultivo de leche.
Para donarla. Muchas mujeres deciden donar su leche mientras están amamantando a sus bebés. ¿Sabías que a los bebés prematuros no se les da leche de fórmula? Se les da leche materna, ya sea la de su madre o de donante.
En lactancia de más de un bebé. Dar lactancia materna exclusiva a dos o más bebés es posible. Al principio puede que necesites un poco de ayuda para conseguir rápidamente la producción que necesitan dos bebés, pero pronto tu pecho se adaptará y la producirá sin dificultad.
Cuando queremos iniciar un proceso de relactación. La relactación es el proceso de pasar de dar leche de fórmula a lactancia mixta o exclusiva cuando se ha producido un destete prematuro. Ya sea porque tu bebé necesitó tomar suplemento de leche artificial en un momento dado o decidiste destetar, conseguir volver a dar el pecho a tu bebé es posible. Dependiendo de cada caso será necesario mayor o menor esfuerzo, pero con constancia, planificación y apoyo, retomar la lactancia materna es posible.
Para inducir la lactancia materna. Hablamos de inducción cuando una mujer que nunca ha estado embarazada o lo estuvo hace años, quiere producir leche, ya sea para un hijo adoptado, una maternidad subrogada o en el caso de parejas de madres. Es un proceso largo, pero que tiene resultados positivos, si se da un seguimiento adecuado, información y apoyo.
Durante el destete. En el momento en el que decidas destetar a tu bebé, y si quieres hacerlo poco a poco, una de las premisas que utilizamos es 'no ofrecer no negar'. Pero eso funcionará para tu bebé no para tu pecho, que los primeros días quizás necesite que lo vacíes un poco para ayudarlo a ajustar la producción a la demanda cada vez menor de tu bebé.
¿Qué te parece?, ¿añadirías alguna más?
Seguro que si pensamos un rato encontramos alguna que otra situación en la que nos sería de utilidad saber sacarnos la leche.
Así pues, volviendo a la pregunta que te hice al inicio, ¿es imprescindible comprarse un extractor de leche? NO, NO ES IMPRESCINDIBLE. Pero, ¿es útil durante la lactancia? SI. ¡Aunque no debes olvidar que no sólo te puedes sacar leche con un extractor, puedes utilizar tus manos! Y lo cierto es que saber extraerse leche de forma manual es un recurso que SI deberíamos aprender como preparación para nuestra lactancia.
Como ves, es habitual, que en un momento u otro de tu lactancia tengas que extraerte leche, guardarla y dársela a tu bebé. Y será justo en ese momento cuando te asaltarán mil dudas sobre como hacerlo correctamente.
¿Qué te parece si no esperas a ese momento y aprendes a hacerlo ahora? Así cuando llegue ese día, tendrás la seguridad de que sabes como hacerlo bien, sin dudas, sin estrés, y con la confianza que te da el estar bien preparada.
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